viernes, 2 de octubre de 2015

Enero de 2015

De vez en cuando me gusta recordarte así
En el coche, ansioso, charlando
Acomodándote las ideas, mojando tus labios
Tu voz suena tan bien cuando medita 

Me gusta recordarte así, con tus botas de invierno y tu cabello desarreglado
La luz entra por la ventana bañando tu rostro, que es como la arena húmeda del mar
Tus ojos me sonríen y tu mano acaricia la mía mientras sostenemos la palanca de cambios
En neutral, porque el tráfico es un infierno, un agobiante enredo urbano

Gente que se dirige al trabajo, a la escuela o a el hogar, atrapados en una línea estática de coches
Sin importar el destino, todos parecen estar infectados de este hartazgo citadino 
Cansados de esta ciudad odiosa y ciclada 
Muerte espiritual tácita en Monterrey 

Sin embargo tú y yo estamos llenos de vida
Nuestro lenguaje es con las miradas, y es tan visceral 
Sosteniendo mi mano, mientras platicamos
Y nuestra canción suena de fondo, una y otra vez

Este día es de mis favoritos para recordarte
Con sus climas fríos, tus botas de invierno, tu camisa azul, tu coche blanco
La camisa con la que te vi por última vez, el coche en el que te vi partir 
Me gusta recordarte con las canciones, las películas, los poemas

Me gusta recordarte así,  porque ahí fue cuando supe que no debías quedarte
No debíamos quedarnos
y no lo permití
Ah, hubiera sido tan lindo quedarse.